Jacob Perkins es el científico americano que inventó y patentó el primer refrigerador en 1834. La nevera, refrigeradora, refri o frigider, como se le quiera llamar, revolucionó la vida de las familias al modificar la manera de almacenar los alimentos.
Es recién con la refrigeradora que las amas de casa cuentan con un espacio pequeño para conservar los alimentos e insumos. Anteriormente debían disponer de una despensa, un lugar que hacía de almacén fresco y seco.
Las iglesias, hospitales y cuarteles designan a un encargado de administrar el lugar, debe tener un registro de los alimentos allí depositados y advertir con tiempo sobre las necesidades para el reabastecimiento. A ellos se les llama despenseros.
No encuentro rastros del origen de este dicho, pero poner al gato de despensero, aparentemente, es peruano y significa que están encargando a una persona inadecuada para administrar o cuidar algo, es poner ahí a quien representa la mayor amenaza para ese propósito, el que constituye el mayor peligro.
El gato de despensero es la manera como los críticos definen al actual ministro del interior Luis Barranzuela, encargado de capturar a los dinámicos del centro, con quien tiene vínculos innegables. También le encargan combatir el cultivo ilegal de coca, sabiendo que hasta hace pocos días estaba en la otra vereda, alentando a los productores ilegales.
Al igual que Maraví, el ex ministro de Trabajo, Barranzuela camina con una cruz marcada en la frente que anticipa el vía crucis reservado por las huestes de María del Carmen Alva para los candidatos al cadalso.
Hacer una fiesta en su casa en la noche de halloween resultó más grave que sus vínculos dinámicos y amistades cocaleras.
Este gato despensero está acostumbrado a los castigos disciplinarios que sus siete vidas le han permitido, aunque sospecho esta vez será la última en su corta existencia por los techos del poder.