Como ocurre con los mineros, dejó las comodidades de la ciudad, renunció a vivir junto a sus seres queridos y se sumergió en las profundidades de la cordillera, entre montañas inhóspitas, temperaturas que impiden cualquier tipo de vida y huérfano de toda actividad social y cultural, para sacar adelante un proyecto que significa riqueza para el país y fuente de trabajo para cientos de peruanos que como él desafía a la naturaleza para hacer minería.
Heraclio Ríos Quinteros fue un ingeniero de Minas, ex Gerente General de Raura, ubicada entre los distritos de San Miguel de Cauri en Huánuco y Oyón, en Lima, que explota concentrados de cobre, plata, plomo y zinc.
Fue de los más entusiastas por convertir esa mina de más de 60 años en una operación de clase mundial, mediante innovación tecnológica que permita la mayor eficiencia en sus procesos de extracción y concentración de mineral, con un enfoque de sostenibilidad y protección del medio ambiente.
Muchas veces la vida de las minas, como de las personas, parece llegar a su fin, cuando aparentemente se agotan las reservas, se disparan los costos de producción o caen en el mundo los precios de las materias primas, en esos ciclos de inestabilidad que suelen sacudir las finanzas mundiales.
Don Heraclio sacaba fuerzas en medio de la adversidad para impulsar los cambios a los que algunos se resisten para asegurar la prolongación de un esfuerzo que significa bienestar para numerosas familias que, como la suya, confían también en las bondades de una actividad a veces incomprendida.
La vocación del trabajador minero, dispuesto a renunciar a todo para dedicarse con alma vida y corazón a esa pasión de peruanos que como él están dispuestos a sacrificarse por el bienestar de los suyos y del país.
Hoy es la misa por el aniversario de su muerte y se va a celebrar en la Iglesia Santísimo Nombre de Jesús y quienes quieran acompañar a sus familiares lo pueden hacer mediante la cuenta de Facebook de la parroquia.