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domingo, noviembre 24, 2024

COCHE BOMBA EN LA CALLE TARATA

El 16 de julio de 1992 un comando del Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso, hizo estallar un “coche bomba” en la calle Tarata del distrito de Miraflores, ocasionando la muerte de 25 personas y dejando heridas a 155. Así lo señala el informe de la Comisión de la Verdad de donde reproduzco algunas partes.

Entre los meses de enero a julio de 1992, treinta y siete “coches bomba” estallaron en Lima Metropolitana, dejando aproximadamente cincuenta muertos. Era la ofensiva más intensa desatada por el PCP-SL contra la capital, que incluía el asesinato selectivo de dirigentes como María Elena Moyano.

Según Abimael Guzmán la guerra pasaba a una etapa de “equilibrio estratégico” que precedía a la destrucción del Estado y la captura definitiva del poder. Se había dado inicio al VI plan militar denominado “Construir la conquista del poder”, que orientaba las acciones subversivas hacia Lima.

Juanito Guillermo Orozco Barrientos conocido como “Franco”, reveló que la Dirección del PCP-SL acordó hacer estallar un “coche bomba” en el distrito de Miraflores, asignando esta tarea al destacamento número doce a cargo de “Daniel “identificado como Carlos Mora La Madrid.

Mora, y “Nicolás”, decidieron que el lugar adecuado para el ataque sería el Banco de Crédito ubicado en la intersección de la Avenida Larco y Shell (por el frontis) y la calle Tarata (por la parte posterior). Esta versión fue corroborada por un interno que, en una entrevista con la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el 18 de abril de 1992, manifestó que “escuchó decir al interior del PCP-SL que  estuvo dirigido a las entidades financieras ubicadas en Miraflores como el Banco de Crédito y otros de la Av. Larco, pero que al estar movido el ambiente en la zona no pudieron llegar a éste objetivo llevando el coche bomba con rumbo a la calle Tarata en donde lo dejaron para que se deslizara solo ya sin ocupantes y luego estallar” .

El 16 de julio de 1992, fue el día elegido para el atentado. Las tareas que se ejecutarían fueron distribuidas de la siguiente manera: “Nicolás”, “Arturo”, “Manuel” y “Lucía” (identificada posteriormente como Cecilia Rossana Núñez Chipana), serían los responsables del “reglaje” (vigilancia previa en la zona); “Percy”, “Antenor” y “Rosa” se encargarían de robar los vehículos a utilizarse en el atentado. Finalmente, “Daniel” tendría la responsabilidad de planear la ruta que seguirían.

El mismo día del atentado en la calle Tarata, el PCP-SL, atentó contra las comisarías de San Gabriel, José Carlos Mariátegui y Nueva Esperanza ubicadas en el distrito de Villa María del Triunfo, así como contra la agencia del Banco Latino ubicada en el distrito de la Victoria. Estos atentados de menor magnitud tenían como objetivo dispersar a las fuerzas policiales. Desde muy temprano del día 16, “Carlos”, con apoyo de “Lucía”, “Antenor” y “Franco”, combinaron el nitrato de amonio con petróleo y lo empaquetaron.

A las 4 de la tarde ingresaron al inmueble un automóvil Datsun para acondicionarle los explosivos. En ella se trasladarían “Nicolás” y “Arturo” llevando el primero un arma de fuego y pequeños explosivos (“contes”) para distraer al personal de seguridad que estuviera en el lugar. Alrededor de las siete de la noche, ingresó al inmueble el segundo vehículo, que serviría de resguardo del “coche bomba” y de movilidad para el retiro de los ejecutores del atentado. En este vehículo irían “Percy” y “Manuel”.

Los dos vehículos llegaron a las inmediaciones del Banco de Crédito ubicado en la siempre concurrida avenida Larco del distrito de Miraflores. Según afirman, al encontrarse frente al local del Banco la vigilancia particular de la zona no les permitió estacionarse en el lugar planificado. Entonces deciden ingresar a la calle Tarata.

El conductor del vehículo que contenía los explosivos disminuyó la velocidad para luego abandonarlo, dejando que se deslizara por la calle Tarata hacia los edificios residenciales ubicados en ambas laterales de la calle. El automóvil explosionó aproximadamente a las 9:20 de la noche en la cuadra 2 de la calle Tarata, donde se ubicaban los edificios El Condado, San Pedro, Tarata, Residencial Central y San Carlos.

El Datsun, color guinda, sin placa de rodaje, contenía aproximadamente 400 kilos de dinamita combinada con anfo. El otro automóvil marca Toyota, con placa de rodaje LQ- 3655, que sirvió para la fuga de los atacantes fue abandonado en la cuadra 6 de la Avenida Larco.

Murieron 25 personas, de las cuales 3 mujeres y 2 varones no fueron identificados. Asimismo, 5 personas desaparecieron y 155 quedaron heridas. Las víctimas mortales fueron las siguientes: Manuel Hijar Quintana (37), Leoncio Elio Armas Cruz (38), Podsa Dadalani Vaschi (31), Root Dadalani Vashi (02), Claudia Silvia Passini Bonfati (35), César Cortez Arens (22), Consuelo Arens Porras de Cortez (45), Cecilia Cortez Arens (25), Antonio Javier Villanueva Merino (43), Marco Antonio Franco Laines (21), Luis Daniel Romero Cárdenas (78), Pedro Francisco Cava Arangoitia (27), Mónica María Rocío Romero Ramírez (36), Carmen Victoria Paredes Stagnaro (30), Avelino Paucara Ccompe (43), Victor Javier Scaccabarrozzi Monzón (38), Carmela Peña Roca (65), Angel Vera (25), Violeta Palacios (18), Miguel Angel Gamarra (15).

Osvaldo Cava Arangoitia, hermano de Pedro Cava Arangoitia, señaló “Ese día del atentado, fue un jueves, yo lo recuerdo muy bien, yo vivía en Tarata, subí a buscar a mi hermano. En el trayecto del edificio, al subir, me pude encontrar con los vecinos que vivían en el edificio muchos de ellos, por no decir todos, bajaban con los oídos con sangre, con la nariz con sangre, con heridas en la cara. Todos tenían algún tipo de lesión, definitivamente, no pude ver una persona en estado totalmente normal”.

Todas las víctimas tienen especial importancia, sin embargo resulta particularmente doloroso el caso de la niña Vanesa Quiroga Carvajal, de 12 años de edad, que fue una de las sobrevivientes del atentado, ella relata lo siguiente: “Estaba en una esquina del Jr. Tarata con mi mamá, que trabajaba de ambulante, cuando se escuchó una detonación sin embargo solo se rajaron las lunas luego llegó lo peor se vio una luz y se dejó sentir la segunda explosión todo se quebró, mi mamá gritó –coche bomba– y al instante me cargó y me alejó algunos metros. Recuerdo como la gente corría de un lado para otro, ensangrentada y gritando. Horrible. En eso le dije a mi mamá que me dolía la pierna. Fue entonces que ella dio un grito. Mi pierna no estaba había volado. Mi mamá corrió en busca de mi pierna para colocarla en su sitio, pero no la encontró. Me llevaron al Hospital Casimiro Ulloa y meses después los Doctores me colocaron una prótesis, sabe ya no tengo pesadillas como antes, sin embargo, a veces todas esas horrorosas imágenes aun dan vueltas en mi cabeza”.

La explosión afectó un radio de 300 metros a la redonda, ocasionando también cuantiosos daños materiales, se destruyeron parcialmente viviendas residenciales, locales comerciales y entidades bancarias y financieras de la zona, entre ellos el Supermercado Mass, las agencias de los bancos Hipotecario, Continental, Interbank, Popular, Industrial, Crédito, la financiera San Pedro entre otros.

El cálculo aproximado de las pérdidas materiales asciende a US $ 3´120,000.0012, siendo 360 las familias damnificadas que registró el Instituto de Defensa Civil.

Los responsables del atentado en Tarata no fueron identificados inmediatamente, durante casi cuatro años la Dirección Nacional Contra el Terrorismo logró reunir información importante respecto a los posibles autores, pero sin lograr la captura de ninguno de ellos.

El 28 de junio de 1996, la DINCOTE detuvo a Juanito Guillermo Orozco Barrientos, quien dio valiosa información sobre la ejecución del atentado en la calle Tarata y sobre otras acciones de responsabilidad del PCP-SL. En base a esto se logró identificar y detener posteriormente a la mayoría de las personas responsables del atentado. La policía llegó a la conclusión de que el atentado fue planificado y ejecutado por los destacamentos especiales 12, 15 y 18 de la dirección zonal centro del PCP-SL.

+ En el proceso penal 11 personas fueron procesadas por el delito de terrorismo como autores del atentado. Juanito Guillermo Orozco Barrientos fue sancionado por el fuero militar a cadena perpetua por delito de traición a la patria, cuyo proceso fue sobreseído luego en aplicación del artículo 1 de la Ley 26697, del 2 de diciembre de 199620.

+  Victorino Renelio Contreras Silva, fue identificado como “Juan Carlos” mando militar del Destacamento Zonal Número 18, fue condenado por el Fuero Militar a Cadena Perpetua por el delito de Traición a la Patria.

+ Orestes Urriola Gonzales fue responsabilizado del alquiler del inmueble en donde se preparó el coche bomba de la calle Tarata. Fue sancionado a 25 años de pena privativa de libertad. El 10 de diciembre de 1999 la Corte Suprema discrepa de lo resuelto por la Sala y señaló haber nulidad en la condena impuesta imponiéndole la pena de 30 años de pena privativa de la libertad.

+ Ana Luz Mendoza Mateo, fue identificada como “Gloria” miembro del destacamento zonal 18 y reconocida por varios integrantes de la agrupación subversiva como miembro activa del PCP-SL. Fue condenada a pena privativa de la libertad de cadena perpetua.

+ Pantaleón Huayhua López fue identificado como “Raúl” miembro del destacamento zonal 18. Sus coacusados reconocieron su participación en diversas actividades subversivas y su presencia en el domicilio donde se preparó el coche bomba para la Calle Tarata. Fue sancionado a pena privativa de la libertad de cadena perpetua.

+ Cecilia Rossana Núñez Chipana, fue identificada como “Lucía”, “Ana” o “Helena”, mando político del destacamento especial 12. Participó activamente en el atentado alquilando el inmueble donde se preparó el coche bomba. Fue sancionada a 20 años de pena privativa de libertad. El 10 de diciembre de 1999 la Corte Suprema discrepa de lo resuelto por la Sala y establece haber nulidad en la condena impuesta imponiéndole la pena de 30 años de pena privativa de la libertad.

+ María Del Carmen Ortega Segundo, fue identificada como “Rosa” o “Mercedes”, mando político miembro del comité de dirección e integrante del destacamento especial.  En el proceso ante el fuero militar reconoce su vinculación activa con el PCP-SL como miembro de un destacamento. Fue sancionada a pena privativa de la libertad de cadena perpetua.

+ Carmen Ochoa Rua, fue identificada como “Flora”, miembro del destacamento zonal 18. Habría participado en múltiples atentados terroristas. Se declaró fundada la Excepción de Cosa Juzgada solicitada por ella, anteriormente fue condenada por la Sala Nacional de Terrorismo a 12 años de pena privativa de libertad por el delito de Terrorismo, por su participación en otras acciones subversivas.

+ Juan Máximo Palomino Sánchez, fue acusado de ser el propietario del inmueble en el que se preparó el coche bomba y quien además colaboró en la preparación y traslado de material explosivo para el atentado en la Calle Tarata. El 10 de diciembre de 1999 la Corte Suprema discrepa de lo resuelto por la Sala y establece haber Nulidad.

 

 

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