La periodista Bárbara Bistevins Treinani de D´Achille –ciudadana italiana, nacida en Lituania y radicada en el Perú- Jefa de la Sección Ecología del diario El Comercio, viajó a la ciudad de Huancavelica a fines de mayo de 1989 en el marco de sus investigaciones sobre nuestros recursos naturales.
La mañana del día 31de mayo de 1989, acudió a la Corporación de Desarrollo (CORDE –Huancavelica), y se entrevistó con el Director de Proyectos Especiales de la Gerencia de Promoción y Desarrollo, Ingeniero Esteban Bohórquez Rondón, con quien acordó realizar una visita al Proyecto Especial de Camélidos Sudamericanos que se ejecutaba en las comunidades de Tinyaclla y Pueblo Libre, en el distrito de Huando (Huancavelica).
Al promediar las 10.30 de la mañana, partieron en una camioneta del Proyecto FAO-Holanda. Junto a ellos, viajaron también Jaime Valerio Condori Matamoros (maestro de obra), Víctor Hugo Cabezas Saforas (dibujante arquitectónico) y el chofer Hugo Máximo Villafuerte Durand. Durante el trayecto, el chofer se percató de que la camioneta no tenía suficiente combustible para continuar el viaje, por lo que decidió ingresar al campamento de la mina “Martha”, cercana a la carretera, donde se encontraron repentinamente con un grupo de personas armadas que los interceptaron y los obligaron a bajar del vehículo.
Los ocupantes de la camioneta fueron rodeados por varios individuos armados y cubiertos con pasamontañas que les solicitaron sus identificaciones. Los sujetos armados no se identificaron. Luego, los desconocidos cargaron con explosivos y víveres un volquete perteneciente a la mina y la camioneta en la que viajaba Bárbara D’Achille.
Aproximadamente a las 4:00 p.m. salieron todos con destino a la laguna de Tutacoccha, a unos 11 kilómetros de la ciudad de Huancavelica. Al llegar a la bocatoma de la laguna se detuvieron y, pasados unos minutos, desde la parte alta de este paraje llegaron otros sujetos armadas con caballos y mulas. Los ocupantes de la camioneta fueron obligados a descargar los vehículos y trasladar la carga a los animales.
En estas circunstancias, un sujeto – posteriormente identificado como ”Rogelio”- le dijo a la periodista que les tomara unas fotos y les hiciera un reportaje, a lo que ella se negó rotundamente. El sujeto reaccionó con palabras soeces y obligó a Bárbara D’Achille a pararse al lado de unas cajas de dinamita y le tomó una foto. De otro lado, el ingeniero Esteban Bohórquez Rondón se había identificado como técnico zootecnista, pero al encontrar en el interior de la camioneta un documento que lo aludía como Director del Programa Especial de Camélidos Sudamericanos y de la CORDE-Huancavelica,”Rogelio” montó en cólera y le dijo a Bohórquez que los había engañado y que era un funcionario del Estado.
Luego de este incidente,“Rogelio” se dirigió a los otros tres ocupantes, comprobando que se trataba de obreros y empleados de la CORDE-Huancavelica, y les dijo: “…estamos en una guerra civil, hasta los inocentes mueren, siendo esta guerra la más crítica, den gracias que les estamos perdonando la vida” . Seguidamente, alrededor de las 5:00 p.m.,”Rogelio” ordenó a Jaime Condori Matamoros, Víctor Hugo Cabezas Saforas y al chofer Hugo Máximo Villafuerte Durand que regresaran a la ciudad y que no informaran sobre lo ocurrido a ninguna persona porque ellos –los sujetos armados- llegarían a Huancavelica en tres días.
Asimismo, este sujeto no permitió que la señora D´Achille y el ingeniero Bohórquez regresaran con ellos, señalando que estas personas debían acompañarlos todavía. Durante ese lapso, los delincuentes tomaron los cables eléctricos de la misma camioneta y colocaron explosivos en el motor y otras partes del vehículo. Según versión de uno de los sobrevivientes, el Ingeniero Víctor Hugo Cabezas Saforas , cuando ya se encontraban a un kilómetro de distancia, camino a Huancavelica, escucharon un disparo y posteriormente una explosión. Al día siguiente, una patrulla de las fuerzas del orden y el Fiscal Provincial de Huancavelica, acompañados de comuneros de la localidad de Pueblo Libre, encontraron los cadáveres del ingeniero Esteban Bohórquez y de Barbara D´Achille.
La periodista había fallecido a consecuencia de golpes con piedras que le destrozaron el cráneo y el ingeniero Bohórquez por dos disparos de arma de fuego en la cabeza. La camioneta en la que viajaban había sido dinamitada. A raíz de este hecho y otros atentados subversivos, la JECOTE-Huancavelica efectuó diversos operativos conducentes a la ubicación y captura de elementos subversivos que a partir de inicios de 1989 realizaron sucesivos atentados en diversos poblados del departamento de Huancavelica.
En el mes de noviembre de 1992 personal policial detuvo a Rómulo Ramos Goitia, Jaime Teodoro Solano o Rubén Clemente Zúñiga y Paulino Ccora López como presuntos autores del delito de terrorismo en agravio del Estado. A estas personas se les imputó pertenecer a Sendero Luminoso y haber participado en diversos atentados, entre ellos el ataque a la mina “Martha” y el asesinato de la periodista Bárbara D´Achille y el ingeniero Esteban Bohórquez Rondón.
A nivel policial, Rómulo Ramos Goitia narró las circunstancias del ataque a la mina “Martha” y las acciones previas al asesinato de Bárbara D’Achille y Esteban Bohórquez, pero negó haber participado en este último hecho. Asimismo, proporcionó información detallada sobre los integrantes del grupo de Sendero Luminoso que integraba y sus líderes. Estas declaraciones fueron ratificadas ante las autoridades judiciales durante el proceso penal. Los otros dos detenidos también proporcionaron versiones en este sentido, pero éstas fueron negadas durante el juicio. La Corte Superior de Junín, Sala Penal, sentenció a los procesados a 10 años de pena privativa de libertad y a la pena accesoria de 60 días multa. Sin embargo, del análisis de los actuados judiciales, se desprende que los responsables directos de la muerte de Bárbara D’Achille y Esteban Bohórquez no habrían sido capturados y sancionados. 339-340