Las masacres son una de las expresiones más dramáticas de la violencia armada dirigida en contra de un grupo de personas indefensas. Generalmente implican la concurrencia de múltiples crímenes y violaciones de los derechos humanos, en donde muchas veces interviene un elemento de gran crueldad con la finalidad de causar sufrimientos extraordinarios a las víctimas o a su entorno familiar o social.
Cuando se planifican con el objetivo de dar un escarmiento o castigo a un grupo social, se convierten en actos de terror ejemplarizante. Uno de los ejemplos más terribles de tal tipo de eventos es la masacre de Lucanamarca, ocurrida en abril de 1983 en la localidad del mismo nombre, provincia de Huancasancos-Ayacucho.
Dicha acción fue decidida directamente por la dirección central del PCP-Sendero Luminoso en represalia por la organización de rondas de autodefensa en la zona y la muerte de uno de los cuadros locales de dicha organización subversiva. El saldo final de la masacre fueron 79 comuneros (incluyendo niños, mujeres y ancianos) brutalmente asesinados con machetes, cuchillos y armas de fuego.
Un evento similar es la masacre de Ccano-Huanta, en febrero de 1991, donde un importante contingente de miembros del PCP Sendero Luminoso asesinó a 36 pobladores mientras celebraban el culto en la Iglesia Evangélica Pentecostal de la comunidad.
Con la finalidad de contar con un indicador objetivo para efectos estadísticos, la CVR ha adoptado definir como masacre aquellos eventos donde se hayan cometido asesinatos múltiples de 5 o más personas en estado de indefensión.
Sobre la base de esta definición, la CVR ha recibido reportes de por lo menos 215 masacres perpetradas por el PCP-Sendero Luminoso. Estos eventos habrían implicado la muerte de poco más del 28% del total de las víctimas de asesinatos perpetrados por dicha organización subversiva que fueron reportados a la CVR.
La distribución de masacres y víctimas de ese tipo de eventos guarda un patrón muy similar al del conjunto de asesinatos según año. Los años en que las masacres tuvieron un peso importante en el número de víctimas que provocaron sobre el total de víctimas anuales fueron 1984, 1989 y 1993 (40%, 31% y 37% del total de víctimas de asesinatos de esos años respectivamente).
Los departamentos donde ocurrieron el mayor número de masacres perpetradas por el PCP-Sendero Luminoso que fueron reportadas a la CVR son Ayacucho y Junín (55% y 16% del total de masacres reportadas respectivamente). Informe CVR pág. 21.