El local de la prefectura de Tacna fue incendiado y destruido, durante la asonada del 30 de octubre del 2008, cuando una turba protestó por una ley que modificó la distribución del canon minero de la Southern Peru Copper Corporation entre Tacna y Moquegua.
Toquepala es una mina de cobre a tajo abierto, ubicada en Tacna, herencia del gobierno de Manuel Odría, que en 1950 publica un Código de Minería para alentar la inversión extranjera.
Durante más de medio siglo SPCC fue principal contribuyente y lo del canon minero tiene una historia que cambia muy seguido. Entre 1997 y el 2002, estuvo constituido por el 20% del impuesto a la renta pagado por los titulares de la actividad minera. Actualmente está conformado por el 50% del impuesto a la renta.
El 4 y 5 de junio del 2008 se realizó en Moquegua un paro reclamando una mayor cuota del canon minero, por la mina de Cuajone, también de la SPCC.
Bloquearon el puente Montalvo y aislaron a Tacna de toda comunicación con el resto del país por la carretera Panamericana. Quemaron locales públicos, hubo numerosos heridos en los enfrentamientos y varios policías fueron tomados como rehenes. Martín Vizcarra fue uno de los visibles promotores.
La solución llegó con la firma de un acuerdo que comprometió al gobierno proponer una ley con un nuevo mecanismo de cálculo del canon y regalías mineras basado en contabilidades separadas, considerando los costos y beneficios involucrados en la explotación en centros mineros que ocupan dos regiones.
La redistribución dispuesta por el gobierno y convalidada por el congreso fue rechazada por los tacneños que iniciaron, igual que en Moquegua, una serie de manifestaciones que desencadenaron la toma y saqueo de la prefectura y el incendio del local que había sido declarado monumento histórico de la nación.
El prefecto o gobernador era mi buen amigo Raúl Urviola, pudo hacer muy poco por defender el local frente a la turba, debido a la insuficiente dotación policial. Otros locales particulares también resultaron afectados y el saldo fue de dos muertos y decenas de heridos.
Los trece acusados de haber instigado la asonada fueron absueltos por el poder judicial y las autoridades nacionales y regionales no logran reconstruir la histórica edificación.
La última vez que estuve en Tacna la prefectura lucía como si la hubiesen destruido recién y ya han pasado casi 13 años. Tenemos autoridades incompetentes.