Estaba en Correo de Tacna cuando el mundo comenzaba a conocer el lado oscuro de la Luna comunista, lo que no nos contaba la propaganda roja, lo que se sabía por rumores pero nunca con la contundencia del testimonio de un escritor que comenzó a revelar los aspectos más sórdidos de la dictadura del proletariado, de la dictadura de Stalin, del marxismo leninismo.
Alexander Solzhenitsyn publicó en Paris “Archipiélago Gulag” con el testimonio de víctimas de tortura en campos de concentración y prisiones donde eran sometidos a trabajos forzados y “reeducación”, por el delito de expresar discrepancias con el régimen comunista. Los testimonios hacen palidecer lo vivido por los judíos en los campos de concentración nazis.
Fue peor que lo de Hitler. Además de los relatos de gente prisionera del comunismo, cuenta aspectos hasta entonces poco conocidos de la revolución bolchevique, la segunda guerra mundial y la triste realidad de la vida en un país socialista, sin pan, sin libertad, sin dignidad. Millones de rusos fueron víctimas de la Unión Soviética, desde su creación, con Lenin, pasando por Stalin, Jruschshov y Breshnev
Solzhenitsin era hijo de un terrateniente cosaco y su educación estuvo reforzada por su madre, maestra de escuela, hasta que pudo ir a la Universidad donde siguió estudios de física y matemáticas. Participó en la segunda guerra mundial y preso en Prusia, en 1945, por cartas en las que expresaba su admiración por la forma como vivían en el sector occidental.
Fue condenado a ocho años de trabajos forzados y destierro perpetuo por opiniones anti estalinistas (Stalin gobernó Rusia desde 1941 hasta su muerte en 1953). Gracias a sus conocimientos de física y matemáticas pasó a un centro de investigación para presos políticos, donde escribió “El primer Círculo” que narra las penurias de los combatientes rusos. En “Un día en la vida de Iván Denísovich” describe las atrocidades que se vivían en los Gulag.
Fue un éxito y el gobierno prohibió rápidamente su venta. Solhenitzyn se había convertido en celebridad. Sus publicaciones se reproducían clandestinamente y circulaban por toda Rusia. ”El Pabellón del Cáncer” fue rápidamente otro de sus éxitos. En 1970 fue premiado con el Nobel de Literatura.
Sin embargo Rusia tuvo que esperar todavía la llegada de Mijail Gorvachov, secretario general del partido comunista entre 1985 y 1989 y presidente de la Unión Soviética entre 1989 y 1991, para tomar conciencia de lo errado de la política roja e iniciar la reestructuración conocida como la perestroika, que fue toda una transformación del anacrónico sistema de gobierno soviético y el glásnost o la transparencia informativa, que fue el antídoto contra la corrupción y base fundamental de un nuevo sistema político, más justo y democrático.
Gorvachov dispuso la eliminación de toda persecución contra los opositores políticos. La idea fue comenzar por aceptar las críticas y opiniones de los adversarios.