Me entretengo pensando en cuáles son las siete maravillas del universo y siempre en mi lista aparece Machu Picchu, pero del hogar de los incas ya me ocupé anteriormente y entonces continúo con la Muralla China, por la dimensión de una construcción que dicen es la única que puede verse desde el espacio, desde las naves de astronautas que orbitan la tierra.
La Gran Muralla mide 21 mil 196 kilómetros, nueve veces la distancia entre Tacna y Tumbes, pero a pesar de su enorme longitud no es posible ser vista desde el espacio exterior, debido a que es relativamente muy angosta, en gran parte no alcanza los 6 metros de ancho.
Como Donald Trump en Estados Unidos, los chinos decidieron construirla para proteger su país de las invasiones, de los nómades. del desierto. Fue Shi-huan-ti el emperador que ordenó construirla en el año 221 AC y quedó terminada en 15 años. Esto se refiere a un primer tramo, debido a que a su enorme extensión necesitó de varios emperadores para alcanzar todo su tamaño.
Es de estructura sencilla, de tierra piedra y ladrillos y cada cierto tramo tiene una torre vigía que era ocupada por soldados que se relevaban desde campamentos vecinos.
La altura varía según los accidentes geográficos que tuvieron que vencer y alcanza entre 5 y nueve metros, que dificultaban el acceso de personas interesadas en traspasarla sin autorización del emperador. En el lado occidental, cerca del mar, fue destruida en varios tramos por la invasión del ejército japonés.
Existen versiones encontradas sobre la relación de Mao Tse Tung con la muralla y son contradictorias. Una le atribuye haberla calificado como símbolo del poder feudal y otra lo reconoce como uno de sus principales promotores.
Miles de turistas de todo el mundo la visitan todos los años y es sin duda el principal atractivo chino y por el volumen de los visitantes, también se convierte en importante fuente de ingreso de divisas para una economía llamada a ser en corto tiempo la primera del mundo.
FOTOS DE LUPE CHÁVARRI.