Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, las muertes provocadas por Sendero Luminoso suman entre 31 mil y 27 mil personas, aunque existen otras versiones que señalan hasta 48 mil.
A quienes insisten que el asesinato de 18 personas el último domingo en San Miguel, distrito de Vizcatán en Ayacucho es un sicosocial, les recuerdo que Sendero Luminoso ha cometido un sinnúmero de atentados en la zona cocalera, el Vraem y el Alto Huallaga.
En octubre del 2008 atacaron un convoy militar y asesinaron a 19 personas, en su mayoría militares, en Tayacaja y ese mismo año asesinaron a cuatro policías en el valle del Huallaga
En el 2009 asesinaron a 13 militares al norte de Sanabamba y el 5 de junio del 2011 mataron a tres soldados que custodiaban las elecciones en Choquetira, al sur del Cusco.
Al año siguiente secuestraron a 36 trabajadores de Camisea, asesinaron a la copiloto de un helicóptero, trabajadores, policías y militares. Los secuestrados finalmente fueron liberados.
En abril del 2016 embocaron una patrulla militar, un día antes de las elecciones y asesinaron a 10 soldados y dos civiles.
En el 2017 perpetraron tres emboscadas y asesinaron a siete policías. En junio del 2018 asesinaron a otros cuatro policías en una zona que se pensaba ajena a la influencia de los narcoterroristas.
En marzo de este año 2021 asesinaron a cuatro miembros de la familia Curiñaupa, de los comités de autodefensa.
Con la última matanza confirman su entraña asesina y si existen algunas coincidencias con procesos electorales deben recordar que la acción armada del grupo terrorista comienza precisamente en el proceso electoral de 1980, cuando quemaron las ánforas en Chuschi.
Hay una relación enfermiza entre las elecciones y los atentados de este grupo de narcoterroristas y no se puede ver esta matanza como un hecho circunstancial, sino dentro de un contexto que abarca un rosario de crímenes similares, en la misma zona.
Ellos no creen en la democracia representativa y atacan justamente durante los procesos electorales, para dejar constancia que no están de acuerdo con nuestro sistema democrático.
Las mentes retorcidas de sus cómplices ideológicos alucinan maniobras de la derecha cuando se trata de un mensaje a los electores, una advertencia de lo que puede suceder si eligen a Keiko.