Cuando se analizan temas relacionados con la ideología de género, se suele afirmar que la sociedad moderna ha conseguido reconocer derechos que antes eran negados a las mujeres y que se acabó con costumbres injustas como la esclavitud y entonces es momento de seguir avanzando en la modernización de nuestras costumbres y permitir por ejemplo el matrimonio homosexual.
Lo cierto es que efectivamente las sociedades han avanzado en el reconocimiento de igualdad de derechos con las mujeres y acabar con sistemas como la esclavitud, pero no podemos confundir papas con camotes.
Lo del matrimonio homosexual no es de ninguna manera un signo de modernidad, todo lo contrario. Matrimonios homosexuales hubo en antiguas y diversas sociedades como la romana, en los inicios de la era cristiana.
En el año 65 de nuestra era el emperador Nerón contrajo matrimonio con otro hombre, lo que se conoce hoy en algunos países como “matrimonio gay”.
Nerón se casó con un hombre de aspecto similar a su ex-esposa Popea Sabina. Aquí está un informe del historiador romano Suetonio: “Además del abuso de muchachos libres de nacimiento, y el libertinaje en las mujeres casadas, Nerón violó sexualmente a Rubria, una Virgen Vestal. Estaba en el punto de casarse con Acte, su esclava libre, después de haber sobornado a algunos hombres de rango consular a jurar que era de estirpe real”.
Nerón mandó castrar al joven Esporo, y se esforzó para transformarlo en una mujer. Él incluso fue tan lejos como para casarse con él, con todas las formalidades habituales de un contrato matrimonial, el velo nupcial de color rosa, y una compañía numerosa en la boda. Cuando la ceremonia terminó, hizo que lo llevaran a cabo como una novia a su casa, y lo trató como a su esposa. Este Esporo fue llevado por el en una camilla alrededor de las asambleas solemnes y ferias de Grecia, y después en Roma a través de la Sigillaria, vestido con el traje rico de una emperatriz, besándolo de vez en cuando mientras cabalgaban juntos.” (Suetonio, los doce Césares, Nerón, XXVIII).
Otro informe señala “Ahora Nerón cambió el nombre de Esporo y lo llamo «Sabina» no sólo porque, debido a su parecido con ella; él lo había hecho un eunuco, pero debido a que el niño, al igual que la señora, había sido solemnemente casado con él en Grecia. Todos los griegos celebraron una fiesta en honor de su matrimonio, pronunciando todos los deseos buenos habituales, incluso hasta el punto de rezar para que los hijos legítimos podrían nacer de ellos.
Después de que Nerón tenía dos compañeros de cama a la vez, Pitágoras para desempeñar el papel de marido a él, y Esporo el de esposa. Este último, además de otras formas se le llamó «señora», «reina» y «amante». (Dión Casio, Historia romana, LXII, 13).
Reconocer el matrimonio homosexual será volver al pasado y eso nada tiene que ver con progreso ni modernidad.