En el actual parlamento, el más impopular de los congresos en la historia nacional, se acaba de aprobar un proyecto que pretende ser ley de “identidad de género”, como si en el país no se estuvieran muriendo miles de compatriotas víctimas de la mala gestión de una casta política, que como se confirma, está más preocupada por validar sus inclinaciones sexuales que por combatir la más letal de las epidemias.
Julia Ayquipa Torres del Frepap, planteó una cuestión previa para recibir antes la opinión de los ministerios de Salud y de Trabajo, del Colegio Médico, quienes hasta la fecha no responden, pero no fue escuchada.
Pretenden que, si un hombre declara ante la Reniec que su identidad de género es mujer, entonces debe figurar así en el DNI y así con las mujeres que se creen hombres y etc.
Uno de los impulsores, Alberto De Belaúnde popular hmosexual dijo que la identidad de género está en el Plan Nacional de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, con recomendación expresa para su aprobación. Como si el Poder Ejecutivo tuviese autoridad sobre el parlamento para decidir lo que se puede o no puede aprobar.
Para comenzar, al actual Ejecutivo le quedan doce días, después de los cuales se sabrá si el gobierno que elegirá el pueblo estará o no estará de acuerdo con ese desatino. Lo más probables es que no.
El actual parlamento, igualmente, tiene legitimidad de once días, después de lo cual mejor si se dedican a preparar los informes que por ley y elemental sentido común deben entregar sobre proyectos como ese a quienes resulten elegidos por la voluntad popular, de manera democrática y no producto de algaradas y griteríos.
Dos de los candidatos presidenciales con más posibilidades de pasar a una segunda ronda electoral son pro familia, rechazan la ideología de género y de ninguna manera avalan proyectos como este que pretenden aprobar a medianoche, entre gallos y pandemia.