“Durante apartheid, una minoría de origen europeo que representaba el 11% de la población discriminó al resto de los habitantes prohibiéndoles pisar vastas regiones, como playas, ciudades, parques, que reservaron exclusivamente para ellos, salvo para los sirvientes negros que necesitaban un permiso especial de la policía”
Ese es uno de los primeros párrafos del informe de la Comisión de la Verdad, la primera de su tipo que se formó en Sudáfrica en 1995. Desde esa fecha hubo numerosas comisiones en todo el mundo, incluyendo aquella que en nuestro país debió investigar lo sucedido durante el periodo que estuvimos castigados por el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA.
No es el mejor ejemplo de cómo debe actuar una comisión de este tipo, pero ahora se hace urgente y en algún momento tendrá que ocurrir que se nombre una comisión para investigar lo sucedido durante la epidemia del Covid 19 y el precedente saqueo de las arcas fiscales por parte de una mafia encabezada por empresas constructoras brasileñas.
En ambos casos, pandemia y constructoras, se cometieron delitos por los cuales pocos o casi nadie está purgando condena, razón por la que será el sistema judicial el primero en ser investigado para intentar llegar a la verdad.
El pueblo peruano tiene derecho a conocer quiénes se beneficiaron con los miles de millones de dólares festinados durante varios gobiernos, igual que los deudos de los miles de personas fallecidas como consecuencia de la mala gestión de una epidemia, que nos coloca en el último lugar del mundo en el tratamiento de la emergencia sanitaria.
Quiero creer que lo hará el gobierno que elijamos el 11 de abril, por la gravedad de los delitos cometidos, para revelar los nombres de los delincuentes que desde el poder causaron tanto daño a nuestro país.
Martín Vizcarra fue sacado de la presidencia de la república por coimero, una de las tantas formas de corrupción que ubican al Perú entre los más corruptos del mundo.