En los últimos años la prensa tradicional, capturada por la ideología de género, ha tratado de vender la falsa idea que la iglesia católica y particularmente el Papa Francisco, están de acuerdo con el matrimonio homosexual, entre varias otras ideas con las que buscan imponer el nuevo orden mundial.
«La gente homosexual tiene derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ello», dice el líder de la Iglesia católica en un documental llamado «Francesco».
Y esas frases sufrieron la acostumbrada interpretación que tergiversó una vez más lo expresado por el pontífice, fue objeto de grandes titulares en la prensa escrita y espacios preferenciales en los noticieros de televisión.
No mencionó la palabra matrimonio en ningún momento, para nada. Al contrario, insiste en una fórmula legal que garantice aquellos derechos que los homosexuales reclaman derivados del matrimonio.
Diversos medios de comunicación desplegaron titulares atribuyendo bendiciones papales al matrimonio homosexual. Algunos comentaristas, homosexuales, llevaron agua para su molino y pusieron en boca del Papa frases que jamás pronunció.
El Papa no justificó el matrimonio religioso, ni el matrimonio civil entre homosexuales. Habló de unión civil, que es una figura legal que existe desde mucho antes que hicieran Papa a mi maltratado tocayo y contiene eso que los homosexuales tanto reclaman.
Pero lo que algunos buscan es show, espectáculo y ridículo –es lo que hacen- en el mal remedo de la ceremonia que los creyentes celebran para jurar su amor ante Dios. Si comienzan por eliminar a Dios, entonces es otra cosa, no es matrimonio.
La palabra matrimonio viene del latín matrimonium, la cual proviene de matrem (madre) y monium (calidad de). Y bien sabemos que dos personas del mismo sexo no podrán procrear jamás, no habrá nunca una madre.
Esto mismo publiqué el 25 de octubre pasado y hoy lo reitero debido a que la Congregación para la Doctrina de la Fe, oficina encargada de la ortodoxia, acaba de responder formalmente sobre si los religiosos católicos podían bendecir las uniones entre personas del mismo sexo y ha dicho que no, que la Iglesia Católica no puede bendecir las parejas homosexuales porque Dios “no puede bendecir el pecado”.
La iglesia y los cristianos en general bendicen la aceptación de homosexuales entre sus miembros, pero no están de acuerdo con desnaturalizar la institución del matrimonio.
Este tipo manipulación, de ocultar la verdad en los grandes medios de comunicación, por razones ideológicas, deja la cancha libre para el surgimiento de medios alternativos, como esta página, donde los lectores encuentran esa verdad oculta por la prensa tradicional y es nuestra oportunidad de refregarles en la cara, a esos malos periodistas, información que la gente necesita y que ellos esconden.