El Perú es un Estado laico insisten los rojos cada vez que pretenden imponer algún tema de la ideología de género, que en los últimos meses aparecen como fuegos artificiales en medio de la más grande desgracia sanitaria ocurrida en la historia del Perú y tal vez del mundo entero.
Alrededor de 200 peruanos mueren todos los días víctimas del coronavirus y otro tanto por falta de atención médica, por el colapso de los servicios de salud, públicos y privados.
Pero los promotores de la ideología de género empujan temas de su agenda universal, con huachafadas como el premio de 75 mil soles que el ministerio de Richard Swing dio para que hagan una miniserie “Mi cuerpa, mis reglas”.
No hay plata para más camas UCI, no hay plantas de oxígeno, pero siguen derrochando dinero de todos los peruanos en esta cruzada ideológica impulsada entre otros por el partido morado.
Alegan que somos un Estado laico pretendiendo ocultar que somos una nación cristiana. La huachafería nada tiene que ver con la religión, ni con la ciencia. Es más, hay muchos religiosos que son igual o peor de huachafos que feministas y promotores del lobby gay.
Nada justifica que mientras el país vive la más grande desgracia de su historia, por la cantidad de muertos, enfermos y quiebra económica, sepamos que el ministerio de cultura derrocha dinero en vez de aliviar el dolor de los enfermos, de los deudos, de un pueblo que muere de hambre.
La eutanasia y la eugenesia forman parte de la agenda ideológica y bien puede ser debatida con la legalización de la marihuana, el aborto y el matrimonio homosexual, en un momento que no estemos ocupados tratando de salvar nuestras vidas de la peste y de las decisiones del gobierno.
El aborto nada tiene que ver con la religión ni con la ciencia. Es un crimen. El cambio de sexo tampoco, es un cuento. Una pareja de hombres o de mujeres no puede engendrar hijos, punto.
Somos un Estado laico, sí, nadie lo discute, como tampoco pueden discutir que somos una nación cristiana. ¿ya no?. Cuéntame, ¿desde cuándo?