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sábado, noviembre 23, 2024

35 AÑOS DE LIBERTAD

El pasado sábado 9 de noviembre se cumplieron 35 años de la caída del muro de Berlín, algo que se conoce en todo el mundo pero que para algunos compatriotas carece de significado.

Otros conociendo su significado fingen no haber entendido que se trató de la demostración del fracaso del comunismo en el mundo, del fin del calvario de los habitantes de países que se conocían como atrás de la cortina de hierro.

Una amiga me comentaba que lo sucedido con muchos de los habitantes de esos países, como parte de la población cubana o venezolana, semeja lo que sucede a ciertas especies criadas en cautiverio y luego puestas en libertad.

No pueden sobrevivir, no saben lo que es la libertad, les cuesta adaptarse a la naturaleza y encontrar la forma de subsistir sin que alguien les proporcione los alimentos.

Les conté del periquito australiano que aprovechó un descuido y escapó de su jaula, pero regresó al día siguiente, seguramente porque no encontró en ninguna parte el alpiste que le daba todos los días.

Aquí en el Perú el asunto es grave debido a que, desde el presidente, pasando por ministros, congresistas, embajadores, militares y funcionarios públicos prefieren cobrar sueldos sin tener que trabajar, sin tener que esforzar el cuerpo, ni verse obligados a pensar.

Algunos, los más vivos, aprovechan su ubicación para conseguir ingresos extras, siempre de las arcas fiscales, mediante oscuros negociados, diezmos y comisiones.

Sueñan y hacen todo lo posible por enrumbar el país a un sistema que perpetúe esa situación, sin considerar que el pueblo que los eligió ya no los respalda. En las últimas elecciones los candidatos del gobierno de Pedro Castillo, alcanzaron apenas un uno por ciento en Lima y cifras similares en todo el país.

Multitudes de alemanes se dirigieron hace 35 años al muro y lo derribaron con la fuerza de sus brazos. Se cansaron de la opresión del comunismo que les cortó la libertad de empresa, de transitar por el mundo, la libertad de expresión, de elegir a sus gobernantes, de tener partidos políticos distintos al comunismo.

Los comunistas no aceptan el pluralismo político ni mucho menos económico. Todos los medios de producción deben estar en manos del Estado. Nadie puede pensar diferente, todos se tienen que alinear con lo que deciden sus gobernantes.

El muro comunista fue también y principalmente un muro ideológico, totalitario y violento, déspota y absolutista, autócrata y tirano.

Hace 35 años fue derribado el muro de Berlín que sin embargo subsiste en la mente de quienes aprovechan el cuento de la justicia social, de la redistribución de la riqueza, para seguir saqueando el presupuesto del Estado.

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